
Beteta
PUEBLOS MÁGICOS DEL CENTRO DE ESPAÑA
CUENCA | CASTILLA-LA MANCHA
La mágica historia de Beteta

Beteta se eleva en su atalaya de piedra, cuyo Castillo de Rochafrida en la cima parece formar parte de la erosión de la roca y, en la falda, la población yace con su colección de tesoros.
La iglesia parroquial de La Asunción es un templo gótico del s.XV, construido en piedra caliza, con portada plateresca y planta de tres naves. La Plaza Mayor, porticada en uno de sus lados, es un excelente ejemplo de la arquitectura conquense. A las afueras, la Ermita de la Virgen de la Rosa del siglo XVII con un porche que parapeta los aires serranos y, en las cercanías, unas aguas teñidas de rojo por su abundancia en hierro. Pero es, sin duda, el entorno natural lo que envuelve a Beteta en belleza y encanto. La Hoz de Beteta, a un paseo del pueblo, es un sobrecogedor escenario que la naturaleza ha esculpido en la roca y trazo de la cuenca.
El Guadiela quiebra el terreno formando un cañón fluvial donde el paisaje se enseñorea de belleza y espectáculo. Este estrecho pasillo del río, con paredes de más de 80 metros, transita durante unos seis kilómetros por esa brecha que a su paso puebla de jardín natural su entorno.
Otra hoz, otro río, otro milagro del paisaje y su contenido, nos espera a pocos kilómetros en el Real Sitio de Solán de Cabras. Desde el siglo XVII las gentes acudían a tomar las aguas a este bellísimo lugar. Al llegar noticia a la corte de Carlos III, se construyó el balneario, que sigue existiendo en la actualidad. El agua paga al visitante no sólo con la bondad de sus propiedades, sino con lo que aporta al paisaje en caídas, cascadas, riachuelos… y otras manifestaciones de su fuerza, como la potencia de su flora y la riqueza de su suelo. Por esto y mucho más, ¡tendrás que venir!
Museo etnográfico
Iglesia de San Ginés
Ermita de la Virgen de la Rosa
LUGAR MÁGICO
La Plaza Mayor
El núcleo urbano de Beteta es pequeño con dos calles principales paralelas unidas por callejuelas. En él hay que destacar la Plaza Mayor, en la que sobresalen principalmente las balconadas y soportales realizados en madera sostenidos por columnas.
Son una muestra de las construcciones típicas de la Serranía de Cuenca que tan presente se encuentran en esta bellísima plaza.
Algunos lugares que tienes que conocer…
y muchos más que puedes descubrir.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
Es un edificio de estilo gótico y planta de tres naves. Construido en el siglo XV sobre otro anterior, o más probablemente como remodelación del anterior; pues todavía conserva del anterior románico el alero y las ventanas abocinadas de la primera altura del los paramentos exteriores. Podemos apreciar asimismo un avance de transición al renacimiento en todo el conjunto religioso, hasta llegar al plateresco donde se detiene. Es el edificio religioso más noble de la Serranía conquense.
Castillo de Rochafrida
Sobre una pared de roca negra se encuentra el castillo de Rochafría o Rochafrida, de origen árabe perteneció a los Albornoz, a los Carrillo y durante una temporada, al maestre santiaguista don Enrique de Aragón, el Nigromántico. Durante el siglo XIX, a propósito de las guerras carlistas, se reformó su interior y sus defensas convirtiéndolo en un polvorín.
Mirador de Juan Bautista Martínez del Mazo
Ofrece una vista espectacular de la belleza natural que rodea este encantador pueblo. Está dedicado al personaje más famoso de Beteta, Juan Bautista Martínez del Mazo, que le da nombre al mirador. Pintor barroco, discípulo y yerno de Velázquez, su obra es tan parecida a la de su maestro que es casi imposible distinguir las pinturas de ambos artistas.
Puerta de la Cava y restos de la muralla
Las murallas rodeaban la villa de Beteta, pero están desaparecidas, a excepción de una de sus puertas. Parece que contó con tres puertas, dos desaparecidas (Puerta de la Villa y otra de nombre desconocido) y la Puerta de la Cava o Arco del Postigo, situada en la parte meridional del pueblo y restaurada hace poco.
Balconadas típicas serranas
Enclavadas en la pintoresca Plaza Mayor, las balconadas de madera se erigen como elementos distintivos de la arquitectura local. A lo largo de los años, estas estructuras han sido testigos de cambios y tradiciones.
Real Balneario de Solán de Cabras
Conocido por sus aguas curativas desde época de los romanos, fue el rey Carlos III quien ordenó construir los baños y la casa hospedería. El balneario vivió su momento dorado el verano de 1826, cuando el edificio albergó a Fernando VII y su esposa María Amalia de Sajonia y su corte en busca de heredero. De aquella época se conservan los baños, así como los miradores del Rey y de la Reina.
Casa de la Toba
Colgada sobre el río Guadiela aparece la casa de la Toba. Allá por los años 50 un vecino de Beteta, excavó la roca de toba para albergar la que fuera su hogar con todas las comodidades de la época. Desde el patio, además de observar un curioso baño y la fuente de La Toba, tendrás unas vistas impresionantes de la Hoz del río Guadiela, y enfrente la Cueva de la Ramera.
Beteta Naturaleza en un Pueblo Mágico

Beteta es testigo del paso majestuoso de los ríos Tajo, Guadiela y Cuervo, cada uno de ellos ha ido labrando a lo largo de los tiempos cañones fluviales que cautivan con sus imponentes paredes rocosas.
El paso del río Guadiela ha ido dejando cascadas, como las del Pozo del Pino y hoces, donde además encontramos verdaderas joyas de la flora eurosiberiana, como los tilares centenarios que podemos observar en el paseo botánico de la Hoz de Beteta, declarada Monumento Natural desde 2004.
La Hoz del Alonjero al otro lado de la muela, aúna patrimonio natural y cultural, donde encontramos el Castillo de los Siete Condes, uno de otros tantos castros íberos con los que cuenta el municipio. La importancia de los ríos se vuelve a poner de manifiesto, en este caso en la vega del río Guadiela y Masegar, donde el cultivo del mimbre despliega su esplendor, ofreciendo una paleta de colores que varía con las estaciones, pero que es en los meses de otoño e invierno donde un manto rojizo invade el paisaje.
Saber más
El parque natural del Alto Tajo, irrumpe en Beteta a través de las mas de 2000 has que forman la Encomienda de Belvalle. Asomarte al cañon del río Tajo, o transitar por las llanas y solitarias praderas del alto de la muela no te dejarán indiferente.
Las lagunas de El Tobar, conjunto de tres lagunas de origen carstico, son oasis de serenidad y tranquilidad, refugio del nenúfar blanco y singularidad única por la salinidad de sus aguas, proceso que solamente se repite en la Península Ibérica en el Lago de Bañolas.
Cada rincón de este destino te invita a explorarlo a través de cada uno de los senderos que recorren estos lugares, donde podrás conectar con la naturaleza y maravillarte con la grandiosidad de su entorno.