Chiclana de Segura
PUEBLOS MÁGICOS DEL SURESTE DE ESPAÑA
JAÉN | ANDALUCÍA ORIENTAL
La mágica historia de Chiclana de Segura
Chiclana de Segura, un pueblo que parece detenido en el tiempo, un tesoro escondido en las tierras de Jaén. Sus calles y casas blancas evocan una elegancia sobria que nos transporta a épocas pasadas.
Sus colinas y paisajes ondulantes despiertan en nosotros un sentimiento de paz y conexión con la naturaleza en la extensión de sus cuatro pedanías: El Campillo, Camporredondo, La Porrosa y Los Mochuelos. Pero la verdadera virtud de Chiclana de Segura radica en su alma, en la calidez y hospitalidad de su gente. Aquí, cada saludo es sincero y cada sonrisa es contagiosa. Los valores de solidaridad y colaboración fluyen por sus venas, creando una comunidad unida y fuerte.
Aquí se respira respeto por las tradiciones y amor por la tierra que los vio nacer. Este pueblo encantador nos enseña el valor de la autenticidad y nos recuerda la importancia de cultivar los lazos humanos. Hogar de corazones generosos y espíritus acogedores, donde cada visita se convierte en un abrazo de cariño. Chiclana de Segura es vida, ¡tendrás que venir!
Plaza de la Constitución
Ermita de Ntra Sra de Nazaret
Casa excavada en la pared
LUGAR MÁGICO
Castillo de Chiclana de Segura
En alto, sobresaliendo entre el caserío, las ruinas del castillo de Chiclana de Segura, dominadoras y solitarias, son obligada referencia de la intensidad de sus primeros avatares históricos. De aquel castillo, quedan sus ya derruidos lienzos de murallas, a su escalera de caracol con puerta falsa, canes, alacena para librería y hasta una bodega para guardar los más generosos caldos manchegos.
Las ruinas de este castillo fueron declaradas en 1985 Bien de Interés Cultural.
Algunos lugares que tienes que conocer… y muchos más que puedes descubrir.
Puente Mocho
Puente romano sobre el río Guadalimar que divide los términos municipales de Chiclana de Segura y Beas de Segura, estando su paso entre ambos municipios “libre de tributos” según documentos de 1575.
Iglesia de San Pedro
El núcleo poblacional que se formó en torno al peñasco, se fue expandiendo a los pies del cerro cercano, el de la Atalaya. Allí se levantó, entre finales del siglo XVI y primer tercio del XVII, la iglesia parroquial de San Pedro, en una explanada enclavada al peñasco. Su planta es rectangular con cuatro capillas hornacinas y presbiterio de testero plano. En ella se encuentra Nuesta Señora de Nazaret, Patrona y Alcaldesa Honoraria de nuestra localidad, celebrándose su festividad el 8 de septiembre y su romería el segundo domingo de mayo.
Palacio de la Encomienda
El Palacio de la Encomienda, conocido popularmente como la “Casa de la Inquisición”, presenta en el cuerpo bajo portada con arco de medio punto con clave resaltada, jambas lisas y, sobre basamentos, pilastras acanaladas y capiteles; en el segundo piso, balcón adintelado, pilastras cajeadas, frontón partido, pinaculillos con bolas y, rematando la planta alta, cornisa.
Mirador y casco urbano
Mirador del Castillo: Desde este mirador, ubicado junto a las ruinas del castillo, obtendremos impresionantes vistas de cuatro provincias: Ciudad Real, Granada, Albacete y la propia de Jaén.
Casco urbano: Emplazada a una gran altura, incrustada en una roca, se desparrama Chiclana por calles serpenteantes, caprichosos rincones e improvisadas plazuelas.
Centro de Interpretación de Jorge Manrique
Jorge Manrique, el poeta más importante de la literatura española de la segunda mitad del siglo XV, vivió y escribió en el castillo de Chiclana de Segura. El Centro nos cuenta a través de múltiples paneles, pantallas interactivas y audiovisuales, incluso en holograma en 3D, la faceta de guerrero de Jorge Manrique en el contexto de las guerras internas de Castilla por su trono, y la de poeta, con las famosas Coplas a la muerte de su padre.
Ascensor Panorámico
Este ascensor de 24 metros conecta la parte baja del pueblo con los restos de la antigua fortaleza medieval. Esta infraestructura ofrece la oportunidad de acceder al castillo mientras se disfruta de una perspectiva única del entramado urbano y del paisaje de la zona.
Gastronomía en Chiclana de Segura
Entiende de la buena mesa el chiclanero y tal vez sea por ello por lo que ha conservado con esmero su cocina tradicional, caso del “ajoharina”, el plato más antiguo y señero de su comarca, confeccionado a base de patatas y verduras fritas que luego han de ser trabadas por la maestría del guisandero con harina y aderezado con pimentón.
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Sin salirnos de las comidas farináceas, son tradicionales también los “andrajos con liebre”, donde en el caldo de haber preparado la carne junto a un sofrito de cebolla, tomate y pimiento, aderezado con pimentón, ajo, azafrán, hierbabuena, y trabado el caldo con alguna patata, se cuecen unos jirones de masa de harina, de ahí su peculiar nombre que recuerda a la tela rota. Dentro también de este tipo de guisos nos encontramos en la cocina de Chiclana los “galianos”, vianda ancestral propia de los pastores trashumantes que lo tomaban a pie de cañada. Galianera es llamada a una torta de pan sin levadura que el propio pastor elaboraba en la parte lisa del cuero de una oveja, y que era puesta a cocer en todo su vuelo en las ascuas del fuego pastoril.Propias también de esta tierra y de las gentes que han trabajado el campo chiclanero son las “migas” acompañadas de aceitunas en aliño, rabanillos, torreznos y una fruta como el melón para mejor hacerlas pasar por el desfiladero del gaznate. Punto y aparte merece la “gachamiga”, plato airoso donde los fogones tradicionales ponen a prueba al más avezado guisandero al requerir este preparado culinario lentitud y parsimonia en su elaboración. La “gachamiga” es en suma una torta que se prepara con harina, patatas en rodajas y aceite de oliva, y que se mueve por volteo en la propia sartén para su mejor cocción. Aquí gustan tomarse acompañadas de chorizo.