Vegas del Río Alhama, sosiego de paz para el visitante, para el caminante que pierda sus pasos por las riberas del río, bajo su pequeño bosque de galería, por las ramblas cercanas, por los viejos caminos que llevan a los predios, de los campos de Polícar, para llenar de vida el alma, para vivir momentos únicos en plena naturaleza bajo las nieves eternas de Sierra Nevada, al murmullo del agua y las hojas de las grandes alamedas, queriendo escuchar el susurro de los rodeznos que movían los viejos molinos harineros de Polícar y el murmullo del agua que baja en las acequias dando vida a los campos y los huertos. Vivir y disfrutar en Policar es contemplar los paisajes sorprendentes de Sierra Nevada, de toda la Hoya de Guadix desde el altozano en que se asienta.

Compartir con la familia, los amigos el vino de esta tierra, los embutidos caseros, la gastronomía tradicional y vivir sus fiestas y tradiciones desde los fríos días de enero con los “chiscos”, por San Marcos en abril, la devoción por la Virgen de Fátima y San Antonio en primavera. Les esperamos, siempre serán bienvenidos.

En Polícar la magia duerme en las bodegas, donde duerme el vino, esperando bocas que lo abracen. Vinos de tierras altas, viñas centenarias y otras mas recientes en espaldera para atrapar el sol del mediodía, lagares antiguos en tantas casas.