Víznar
PUEBLOS MÁGICOS DEL SURESTE DE ESPAÑA
GRANADA | ANDALUCÍA ORIENTAL
La mágica historia de Víznar
Víznar, de origen árabe, en su devenir histórico, es un pueblo ligado al descanso. La cercanía a Granada, la pureza de sus aguas, su riqueza natural y clima benigno, le ha hecho lugar de residencia de la nobleza y familias granadinas adineradas a lo largo de la historia, convirtiendo a este bello pueblo en un buen lugar para vivir, con bellos palacios como el Palacio del Cuzco y casas solariegas.
La historia reciente ligó para siempre este municipio a Federico García Lorca, al pasar en “La Colonia” sus últimas horas, y convirtió para siempre, en un lugar histórico el Barranco de Víznar, testigo de la injusticia de su muerte.
Viznar es un pueblo para vivir la historia, la naturaleza, la cultura en tantos actos que en el municipio se celebran y es un pueblo para “pasearlo”, donde el agua nos sorprende a cada paso, la acequia de Aynadamar, que lleva el agua a Granada, otras muchas de tiempos árabes que riegan pequeñas vegas y huertos, y las fuentes o pilares, que a cada paso nos sorprenden en callejas y plazas de esta localidad.
Fuentes históricas y más recientes, que nos invitan al sosiego y a disfrutar de un entorno natural privilegiado en la cercanía del Parque Natural de la Sierra de Huétor, del Área Recreativa del Parque y su Centro de Visitantes de “Puerto Lobo”, que se encuentran en Víznar. La visita esencial a Víznar se concentra en la plaza de la Constitución, un agradable ámbito centrado por una fuente y una cruz de piedra.
Fresco en el Palacio del Cuzco
Acequia de Aynadamar
Museo Etnográfico “Molino de la Venta”
En los laterales de la plaza se alinean el Ayuntamiento, la Iglesia parroquial, el Palacio del Cuzco y algunos de los mejores ejemplos de la arquitectura doméstica popular de Víznar.
Hacia la parte baja del pueblo, en la plaza de Crovetto, el paseo se topa con una vieja ermita y, avanzando un poco por la calle Reina Sofía, siguiendo el muro lateral del Palacio del Cuzco, desemboca en un mirador orientado hacia las traseras del Palacio, el barranco y la Vega; a sus pies queda un pequeño huerto en el que se cultivan las hortalizas de la estación veraniega, vergel que rememora el primor de los cultivos irrigados que primaban en los siglos de al-Andalus.
Víznar es un municipio que dispone de un nivel de dotaciones y servicios muy elevado. Vivir en Víznar es un privilegio, no sólo por su historia, su clima, su dinámica cultural, sus monumentos o su cercanía a Granada; también por la calidad de sus instalaciones de ocio, deportivas y cívicas. Víznar es un buen lugar para vivir, para visitar, para quedarse y saborear su rica gastronomía en los restaurantes y bares del pueblo y, siempre, acompañarlos con el excelente Pan de Víznar.
Un pueblo abierto al servicio de la ciudadanía, donde disfrutar del ocio, del descanso, del deporte, la cultura, de los juegos de niños y niñas en un ambiente natural, a la vez que urbano, donde en pocos pasos está uno inmerso en parajes naturales e históricos. ¡Víznar Te espera!, ¡Tendrás que venir!
Altar Mayor de la Iglesia de Víznar
Actividades deportivas
Pan de Víznar
Hay un lugar, frente a las nieves de Sierra Nevada, desde donde se derraman las aguas y los bosques hasta la Vega de Granada. Un lugar donde el agua de la Acequia de Aynadamar alimenta huertas y viejas alquerías, llevando aún en su recuerdo, los giros de los rodeznos de los antiguos molinos harineros.
Víznar es un lugar mágico, blanco como la nieve blanca que tiene de horizonte, que es puerta de un inmenso Parque Natural, lleno de verdor, de viejos senderos, de vida. Víznar como una atalaya al pie de su Sierra, rodeada del verdor del parque natural de la Sierra de Huétor, mirando y queriendo a Granada, dueña del paisaje más eterno de Sierra Nevada, cargada de historia, donde aún se duelen en los barrancos las voces que nunca callan, y el agua que pasea Aynadamar y riega campos y huertas, regalando frescor, a este alto vergel sobre la vega y hace el pan, el pan de Víznar, que atesora el trabajo de un pueblo vivo, generoso, acogedor, abierto al visitante, ¡mágico!.
Cuando nos visite, piérdase por las callejas descubriendo fuentes, inunde los montes de Víznar con sus pasos y llévese -para siempre- el recuerdo en el alma, de los paisajes más bellos de Granada,…de su Granada. Cuando regrese, cuando vuelva con su familia, sus amigos a nuevamente llenarse de paz y sentimientos y todos los dorados del otoño en la Sierra de Víznar y todos los azules de la nieve blanca, sabrá que este cielo, que este paisaje, sin ser nuestro, sin ser eterno, sin ser lejano, lo cuidamos y compartimos con todos. ¡Víznar Te espera!, ¡Tendrás que venir!